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Tipos de

tratamientos

Yo soy Salvador, fiel amigo del Mil Luchas, además de su entrenador para enfrentarse a sus adversarios en el cuadrilátero y aconsejarlo para fortalecerlo en su lucha contra el cáncer de próstata.

Juntos, a lo largo de tantas luchas, hemos adquirido experiencia y queremos compartir nuestro conocimiento para ayudar a otros luchadores a que encuentren las herramientas que necesitan para mejorar sus posibilidades.

Yo te voy a orientar en las opciones que tienes para enfrentar esta lucha, pero es de vital importancia que recorras este camino de la mano de tu médico para decidir qué es lo mejor para ti.

01.

Tipos de
Tratamiento

No existe una opción única que sea la adecuada para todos los pacientes. Mientras algunos tumores crecen lentamente, otros no logran desarrollarse y algunos crecen de manera acelerada y se extienden hacia otras partes del cuerpo.
Para saberlo y poder elegir, influyen factores como la edad, salud y el estilo de vida, qué tan grave es el cáncer de próstata, los posibles efectos secundarios, las ventajas o desventajas de cada tratamiento, y cuestiones prácticas como la frecuencia en que se necesitaría ir al hospital o a revisión.

Una vez confirmado el diagnóstico de cáncer de próstata, es importante que el paciente platique con un médico especialista, que debe explicar los diferentes tipos de atención y tratamientos que están disponibles, para que puedan tomar decisiones de manera conjunta sobre el plan de atención que sea más apropiado.

Un cáncer de próstata con metástasis no es el fin del mundo: existen alternativas para los pacientes que se encuentran en este estadio. Estudios han demostrado que el tratamiento combinado de apalutamida con la terapia hormonal estándar puede significar una reducción de hasta el 35% en riesgo de muerte.

Las opciones de tratamiento dependerán de si el cáncer está contenido dentro de la glándula prostática (localizada), si se diseminó fuera (localmente avanzado) o si se diseminó en otras partes del cuerpo (avanzado).
Las opciones terapéuticas del cáncer de próstata pueden incluir cirugía o radioterapia, mientras que tumores menos agresivos recurren a la espera vigilante con tratamiento iniciado y solo si el cáncer progresa puede ser una opción.

Vigilancia activa - Es una opción que se utiliza cuando el cáncer está confinado en pacientes sin riesgo de comorbilidades que son físicamente activos, no tienen progresión ni en las biopsias ni en el antígeno. Beneficio: Disminuye los riesgos de una cirugía o una radioterapia, conserva la función eréctil y el paciente tiene la percepción de que no todos los cánceres matan.

También existen terapias diferentes que pueden utilizarse para el tratamiento de estos cánceres, como la terapia hormonal, la quimioterapia y tratamientos más recientes como la inmunoterapia.

Con los cánceres de próstata más avanzados (incluidos los tumores metastásicos), o en aquellos que no pueden tolerar los tratamientos curativos, el objetivo generalmente es controlar el crecimiento del cáncer durante el mayor tiempo posible. Los tratamientos sistémicos pueden incluir terapias hormonales, quimioterapia, inmunoterapia o un ensayo clínico. La buena noticia es que el cáncer de próstata avanzado se puede controlar durante un largo período de tiempo con estos tratamientos.

Terapia hormonal - Consiste en evitar la producción de la testosterona o que esta llegue a las células del cáncer para evitar su crecimiento y ayudar a que disminuyan o mueran. Se utiliza después de otros tratamientos si el antígeno prostático sigue elevado. Beneficios: Reduce el cáncer y hace más lento el crecimiento de tumores. Además, la administración es vía oral, facilitando el manejo de los pacientes lo que podría ayudara reducir el tiempo de estancia de los pacientes en el hospital o permitir un seguimiento telefónico en algunos casos.

Baquiterapia – Es un tipo de radioterapia local que se basa en poner semillas de diferentes radioactivos como lidium. Beneficios: Permite utilizar una dosis de radiación más alta para tratar un área más pequeña en menos tiempo.

HIFU – Técnica que usa ondas ultrasónicas para aumentar la temperatura en el punto focal para romper las células de la glándula prostática sin dañar los tejidos circundantes; requiere de la ablación o extirpación del lóbulo prostático afectado. Beneficios: En manos expertas permite conservar la función eréctil en un 97% y la continencia urinaria en 78%.

Radioterapia - Se utiliza como tratamiento inicial, para atacar un tumor que no se logra extirpar del todo o como procedimiento de rescate. Beneficios: Cura en etapas tempranas, o para ayudar a aliviar síntomas como el dolor en los huesos si el cáncer se ha propagado a áreas óseas específicas.

Quimioterapia - Se utiliza cuando el tumor se ha propagado fuera de la glándula prostática y la terapia hormonal no ha funcionado. Beneficios: Mejoran la calidad de vida de los pacientes.

Inmunoterapia - También conocida como terapia biológica. Busca estimular las defensas naturales del cuerpo y restablecer la función del sistema inmunitario. Beneficios: Es una terapia que está en boga y que ha dado buenos resultados sobre todo en hombres con mutaciones en los genes reparadores de ADN.

Muchos hombres tienen más probabilidades de morir con cáncer de próstata que a causa del cáncer de próstata, el fin es tratar la enfermedad mientras se preserva una mejor calidad de vida.

02.

Evaluación de opciones
y alternativas terapéuticas

La metástasis es una de las principales causas de complicaciones en los hombres con cáncer de próstata. La mayoría de estos pacientes presentan metástasis en huesos, ganglios linfáticos, pulmones e hígado.

Gracias a la medicina hoy en día existen tratamientos que permiten la supervivencia libre de metástasis del cáncer de próstata. El riesgo de metástasis o muerte puede reducirse, sin que empeore o avance el tumor y se trata de una opción sumamente importante.

En esta etapa de enfermedad el cáncer ya no responde a tratamientos médicos o quirúrgicos que reducen la testosterona, pero aún no se ha descubierto en otras partes del cuerpo mediante una gammagrafía ósea o una tomografía computarizada. Extender el periodo sin metástasis es un objetivo importante en este tratamiento.

Hoy en día existen tratamientos innovadores para encontrar nuevas y mejores formas de prevenir, interceptar, tratar y curar esta enfermedad, que dan esperanza al paciente para extender más tiempo su vida con calidad.

03.

¿Cómo mejorar
tu calidad de vida?

A continuación, te comparto consejos que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida. Mil Luchas y yo hemos aplicado estas recomendaciones con impacto muy positivo en la salud y ánimo del luchador.

Con el cáncer de próstata, los pacientes llegan a tener repercusiones en su calidad de vida, que pueden ir desde el malestar emocional, ansiedad o dificultades para comunicarse con familiares, amigos y pareja, así como alteraciones en el entorno social, laboral y la sexualidad.

Es por ello, que resulta fundamental prestar atención a todas las áreas que son importantes para ti, de modo que consigas un bienestar integral.
Confía en los profesionales, sigue las recomendaciones que te ofrezcan para mejorar, participa compartiendo tus necesidades y en la toma de decisiones. Pide y acepta ayuda de tu entorno más cercano y reúnete con familiares y amigos, retomando en la medida de lo posible tus actividades. No te aísles.

La actividad física es clave para tener una buena calidad de vida. Por supuesto que hay días en los que el paciente no desea hacer movimiento alguno, pero la quietud es un enemigo real de los tratamientos y puede generar alteraciones mayores en la circulación sanguínea o la masa muscular. Por eso según tu capacidad es recomendable llevar una vida activa, caminar media hora diaria o incluso bailar para tener una mejor respuesta al tratamiento.
En general, los pacientes con cáncer deben seguir las mismas recomendaciones dietéticas que la población general. Estas se centran en una dieta suficiente, variada y equilibrada, con un aporte frutas y verduras al día, consumo diario de cereales integrales, semanal de legumbres y un bajo consumo de alimentos procesados. Cuando un hombre que es diagnosticado con cáncer de próstata además tiene sobrepeso u obesidad, es importante que cambie sus hábitos alimenticios para que alcance un peso saludable lo antes posible, ya que esto puede afectar tanto la cirugía como los tratamientos. Es importante que apoyes tu tratamiento con la orientación de un nutriólogo.
La primera reacción al saber que se tiene cáncer de próstata es dejar de manera inmediata las rutinas diarias y esto es un gran error. A pesar de que el proceso es complicado, es importante mantener, en la medida de lo posible, los mismos hábitos previos al diagnóstico. De este modo se mitigará el sentimiento de ser un enfermo y se tendrá una mayor sensación de control sobre la situación.
Es lo más sencillo y rápido y una práctica muy común el googlear sobre síntomas, efectos y repercusiones, pero recuerda que internet está lleno de fuentes nada confiables y de datos que ni siquiera se parecen al caso que enfrentas. Cualquier información que consideres relevante consúltala con tu médico.
Este es uno de los temas que más preocupa a los hombres con cáncer de próstata, pero existen diversas opciones para recuperar tu vida sexual después de los tratamientos. Los médicos y especialistas tienen la obligación de explicarte claramente qué pasará con tu cuerpo y cuáles son las expectativas. En este proceso es muy importante el apoyo de tu pareja. Ambos podrán compartir con el médico el nivel de satisfacción que tienen ahora y expresar sus temores a futuro.
Cuidado de los huesos: Es fundamental el cuidado de los huesos dado que normalmente hay una disminución de la densidad mineral ósea mayor a la de varones de la misma edad que no presentan la enfermedad. Dado este panorama es importante tener mucho cuidado con la movilidad del paciente cuando se desplaza y también cuando se baña para evitar caídas que puedan ocasionar fracturas. / Cuidados paliativos: Su objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente, a través del control del dolor y otros síntomas generados por la enfermedad y/o los tratamientos- En términos generales debe ofrecerse apoyo en el control de síntomas físicos, en la atención de los problemas emocionales y sociales, cuidar su alimentación y atender sus necesidades espirituales.