01.
Información
El papel del cuidador es muy relevante en el proceso que vive el paciente en su día a día, pero también es una realidad que este rol lo asumen familiares cercanos como la esposa o hijos que también se ven afectados.
Convertirse en el cuidador de un ser querido que tiene cáncer de próstata puede ocurrir en forma inesperada, lo que nos cambia la vida por completo.
Los cuidadores debemos mantenernos alerta, ser organizados, pacientes y estar listos para hacerle frente a cualquier situación, por lo que es común que descuidemos el tiempo para nuestras propias necesidades. A veces no descansamos bien, y solemos encontrar dificultades económicas por no poder cumplir con cuestiones laborales. Por si no fuera poco, por la situación que enfrentamos estamos propensos a sufrir cuadros de depresión, ansiedad y altos niveles de estrés.
Los cuidadores necesitamos también información básica, herramientas y recursos que nos ayuden a cuidar a nuestro ser querido, incluso buscar el apoyo de grupos de cuidadores que a su vez compartan testimonios, para inspirarnos y formar una red de apoyo.
Es normal sentir que no sabes qué decirle a una persona que tiene cáncer de próstata, pero aún más difícil si es un familiar o alguien cercano a ti. Lo más importante que puedes hacer es decirle de la manera más apropiada y prudente que estás enterado de su enfermedad y mostrar tu apoyo respetando sus decisiones. A veces, las expresiones más sencillas son las que tienen más significado y pueden ser el mayor apoyo que puedes ofrecer.
El cuidador cobra mayor relevancia si el paciente se encuentra en la etapa metastásica. Los cuidadores primarios requieren atención para evitar caer en exceso de agotamiento, el cual pone en riesgo su propia salud.
02.
frases de
cómo apoyarlo
• “No estoy seguro de qué decirte, pero quiero que sepas que me preocupo por ti”.
• “Lamento saber que estás pasando por esto”.
• “¿Cómo sigues?”
• “Si quieres hablar de ello, aquí estoy”.
• “Por favor avísame si puedo ayudarte”.
• “Estaré pensando en ti”
• ¿Cómo quieres que te apoye?
Aunque es bueno tratar de alentarlo, es importante no mostrar un optimismo falso o decirle a nuestro familiar o conocido que conserve siempre una actitud positiva. Esto podría ser visto como una forma de minimizar las preocupaciones y los sentimientos de miedo y tristeza. También puede ser tentador decirle que sabes cómo se siente, pero, aunque puedes saber que éste es un momento difícil, nadie sabe con exactitud cómo la está pasando o lo que siente realmente.
¡Trata de motivarlo! Cuando lo veas bien, ¡díselo! Evita comentarios cuando la apariencia no sea tan buena, como por ejemplo “te ves pálido(a)” o “has bajado de peso”. Es muy probable que ya esté consciente de ello, y puede que se sienta apenado por el comentario.
El cáncer de próstata sin duda es un reto importante en la vida del afectado. Marca muchos aspectos de su vida, tanto personales, como laborales y sociales. Por ello puede ser importante recibir soporte psicológico, individual o de pareja, cuando los recursos habituales en la vida del enfermo no sean suficientes.
Una forma de intentar evitar que se incrementen en alto grado el malestar y angustia del paciente es obtener el máximo nivel de información sobre la enfermedad, el tratamiento y sus efectos secundarios. Una buena comunicación y cercanía con el médico es una de las claves para conseguir la tranquilidad y sensación de control del paciente.
03.
Consejos de cómo
enfrentar la situación
El paciente con cáncer de próstata necesita tiempo y comprensión del entorno para adaptarse a todos los cambios físicos y psicológicos que se presentan. Está claro que estas necesidades no son exclusivas de todos, pero ¿cómo puedes realmente ayudarlo?
Por último, quiero recomendarte que no te mal pases. Come bien, trata de descansar lo suficiente, cuando puedas ejercítate y date tus tiempos para despejar tu mente.
04.
Impacto en la vida
del paciente y el cuidador
• La salud emocional de los pacientes con cáncer de próstata puede sufrir distintas afecciones. La más frecuente, a lo largo de todo el proceso, es la ansiedad. El sentimiento de angustia es normal, porque prepara al cuerpo para reaccionar frente a una amenaza y puede manifestarse a través de sensaciones como miedo, aturdimiento, desapego, palpitaciones, asfixia, presión arterial alta y dolor en el pecho, entre otros.
• Debido a la idiosincrasia y la educación, a muchos hombres se les dificulta contactar con sus emociones y más hablar de ellas, de ahí que el cuidador debe ser muy observador.
• Los pacientes con cáncer de próstata suelen desarrollar problemas de autoestima y hay dos situaciones que merman su autoimagen: la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. La rehabilitación en ambas situaciones es prioritaria porque además de que afectan la calidad de vida, impactan en la autoimagen de los hombres.
• Es posible que los pacientes dejen de comer porque se sienten mal por las medicinas o por su estado de ánimo. Es importante conocer cuáles son los alimentos de su preferencia para saber qué ofrecerle cuando se sientan inapetentes.
• El estrés puede llevar a los pacientes a comenzar a consumir alimentos que no deberían. Los cuidadores deben de estar al pendiente para evitar que esto suceda.
• Experimentar con nuevos platillos puede ser un espacio de diversión y unión familiar.
• Es importante estar alerta al síndrome de sobrecarga (burn out), que se refiere al desgaste tanto físico como emocional que experimentan los cuidadores.
• Signos de alerta: Sensación de no poder más, síntomas físicos como dolor de cabeza, muscular o mal funcionamiento digestivo, angustia o palpitaciones que no se presentaban antes, fluctuación de peso, Insomnio o dormir en exceso, preocupación excesiva, tristeza, irritabilidad, apatía, agresividad con otros, pocas ganas de sociabilizar, consumo mayor de alcohol o tabaco.
• Recomendaciones para luchas contra el burn out: Compartir la responsabilidad con otros miembros de la familia, compartir lo que estás sintiendo con familiares y/o amigos, evitar la dependencia innecesaria, promover la autonomía del paciente, establecer límites, escuchar a tu cuerpo, buscar pausas y pedir ayuda.